jueves, 25 de febrero de 2010

Cumpleaños aburrido

Uf! Estas últimas dos semanas las dediqué casi íntegras a Marina, que entre los últimos preparativos para sus 15 y las materias que se llevó me chupó todo el tiempo (y las energías, debo decir). Pero bueno, hoy terminó de rendir, y rindió bien; pasó a primerito dejando dos previas. Sinceramente, pensé que iba a recontra repetir.
Fueron días de Mew, de encuentros casuales, de Geografía, el último CD de Miranda! susurrado en el oído de Mariano (si, mi ex), de Historia, dibujos en perspectiva... la vida en perspectiva. La semana pasada fue el cumple de mi viejo, y la casa se llenó de parientes. Muchos parientes, tantos que tuvimos que sacar la mesa al patio. Mis primos están igual, con variaciones de masa (alguno mas flaco, los demás mas gordos) pero igual que siempre, lo que vuelve las reuniones estúpidamente aburridas y predecibles. La novedad, ya no sorpresa, fue la presentation, o mejor dicho el cover, de la novia de mi viejo. Si señores, tuvimos papá por un par de meses, pero ya no! Ahora tiene novia. Y lo que es peor, volvio con la ex ex, o sea, con la mina con la que salía antes de salir con "Paulita jijiji" como le decíamos.
Bueno, el viejo adagio "Mas vale malo conocido que bueno por conocer" cobra una fuerza incalculable en este caso. A la mina esta, que bautizaré Ester por que tiene una tremenda cara de Ester, ya la conozco de memoria; es la tercera vez que son pareja. Es psicóloga, tiene 50 y tantos, cuatro hijos, separada. Combina todos los colores para vestirse, habla despacio con voz de locutora y fuma virginia slims. No la soporto, pero es menos insoportable que Paulita.
Mi viejo es el que se aleja de nosotros, no nos presta atención, se borra, cada vez que se pone en pareja. Será algo que tiene que resolver él en terapia... o mis hermanos y yo?

viernes, 5 de febrero de 2010

Sin razón

Juro que no lo entiendo. Últimamente los hombres me descolocan, me resultan tan fascinantemente contradictorios. Al mismo tiempo me cansa que sean tan histéricas, tan estrellitas… ¿o será que el varón es egocéntrico por naturaleza? Pero me estoy desviando del tema; le voy a poner nombre a mi nueva adquisición: Nico. Nico es el chico de la fiesta del otro sábado, es muy amigo de un compañero de teatro de Adrián. Tiene 31 años, trabaja con activaciones (o soporte técnico, o no se…) en capital, tiene un puesto bastante copado. Vive en Ezpeleta, y es tan divertido.
Nos encontramos el martes. Entre una cosa y otra el encuentro, si bien estuvo bueno, quedó como uno mas, en mi cabeza, eso si: sin formalidad ni máscaras ni mentiras. Cuando estoy con él, el tiempo no se pasa volando, discutimos por momentos (en el buen sentido), y reímos mas que nada. Desde el principio el acuerdo tácito fue que no nos íbamos a enganchar ni nada de eso; cuestión, después de poner en palabras ese acuerdo tácito, él me mira y me dice:
-¿Qué hacés con un viejo como yo? Sos una pendejita.- Y sonríe. Yo me río un poco.
-No digas eso, no sos viejo-
-¿No? – me mira, con cara de no me boludees
-¡No! Además, ¿qué tiene? No importa – estoy a punto de largarle un “total, ni siquiera sé si te voy a volver a ver” o “total, no me quiero casar… y con vos, menos.” Pero él habla primero (y tormenta de chanes)
-Sí que importa, cuando vos tengas 30, yo cuántos voy a tener? – cuenta con los dedos, y la situación se transfigura por unos momentos, se me va de las manos
-39.- le digo
-39, ¿Ves? Voy a ser un viejo choto. Vos tenés que estar con alguien de tu edad.- me río de nuevo, sin querer entender lo que me estaba diciendo… pero ayer pensé en eso, y en otras cosas que pasaron, mi velocidad de reacción mental viene bastante abajo últimamente.
Y cuando me acuerdo de eso ayer, en casa, digo: WTF? O sea, ¿Hacía falta proyectarse hasta dentro de ocho años? Uf! ¿Y él era el que decía que no me enamore? Estamos todos locos!! Por lo pronto, no le volví a mandar mensajitos ni nada.
Juro que no lo entiendo.

miércoles, 3 de febrero de 2010

Rompecabezas


"Qué tonto que fui, qué tarde caí
cómo me mentiste,cómo te creí (...)
Me hiciste pensar que me ibas a amar
que me adorarías, y ahora te vas"
Miranda! - Tu juego

Estos días fueron un tanto caóticos, entré en un infierno hace algún tiempo y me está costando salir. Me miro al espejo, y veo la ganancia de todo el esfuerzo que puse para reformarme. Disciplina, sobre todo. Ahora bien, desde que volví de las vacaciones que estrolé lo que quedaba de mi disciplina contra alguna pared, y me volví un autómata (como si me costara tanto automatizarme). Saliendo todo el tiempo, que un cumpleaños, que una reunión, que "hace mucho que no nos vemos"... etc. El viernes pasado me iba a encontrar con un pibe que veo de vez en cuando, y está pasado de bueno, pero al final después de llorar un rato en el consultorio de Julián decidí que no, no puedo ni quiero. Lo de Fran me afectó mucho más de lo que quiero admitir, necesito terminar este duelo antes de saltar a otra relación, y si bien con el pibe este el plan era relacionarnos de una sola manera, no quiero ser juguete de nadie. Estoy cansada.
Lo extraño, claro que si, tengo ganas de ir hasta su casa y cachetearlo y decirle diez mil cosas que tengo atorándome, pero simplemente no lo voy a hacer. No lo voy a llamar, ni a buscar ni nada. Últimamente trato de ni hablarle en el msn, ya que a veces hablamos... y hace un tiempito lo volví a ver. "Até con tripas mi corazón" y lo fui a ver. Cogimos, obvio, qué hacer si no? y estuvo todo tan mal. Todo el tiempo él quería pretender que tenía algún sentido vernos, que me valoraba. Yo sentía asco por él, y por mi. Me juré que nunca mas, y ni siquiera le dije nada de todo lo que quería decirle, sentí que no valía la pena. Para qué enfrentar a un mentiroso? no tiene sentido, no después de todo lo que pasó. Supongo que este va a ser el último post que le dedique, lo que queda de esta procesión va a ir por dentro.
Estoy reuniendo de a poco mis piezas, tratando de encontrar la manera de ver el lado positivo en todo esto, pero no puedo. Me veo en el espejo, claro, y me veo 10 veces mejor que hace un tiempo, y el mérito es todo, todo mio. Los mensajitos de texto con el pibe del cumple del otro día ayudan, obvio, pero ya estoy cansada de tener que reforzar mi autoestima en la mirada del otro. Estoy rodeada de hombres, pero sola. Ninguno de ellos puede tener mis emociones, sólo mi cuerpo. Es en esa soledad que quiero seguir con mi vida, no tengo ganas de volver a engancharme con alguien.
Ahora tengo todas las piezas, o la mayoría, ya es hora de rearmarme y seguir adelante.