jueves, 31 de marzo de 2011

Comunión

Olvidate de mi.
De mis manos blancas, mi temperamento frágil y terminante, mis vuelos fugaces al país "Podría ser". Olvidate de las cosas que prometí, de mi sensibilidad y mi ternura. Olvidate de mi inteligencia, mis toneladas de información y literatura, acumuladas a fuerza de ser un ratón de biblioteca. Olvidate de mi tendencia al infantilismo, mi color preferido, mi sentido del humor, mis ojos verdes, mis rulitos.
Olvidate de todo lo que soy y lo que fui, porque ahora nada de eso importa. Ahora estoy en tus brazos; soy esa niña-mujer, esa afrodita encendida, esa chica confundida, esa perra despiadada, y muchas otras mas, pero amalgamadas, felices, por estar en tus brazos. Olvidate de entenderme porque me entendés en un nivel tan profundo que ni siquiera podes terminar de racionalizar. Olvidate porque ahora me estás haciendo tuya literalmente, porque ahora todo lo que importa es que estamos confundidos, fundidos, en una sola piel.
Olvidate de mi, y dame un poco mas.

sábado, 19 de marzo de 2011

No Frost

Después de un San Patricio alcohólico (como debe ser) terminamos en casa de Mau, bajoneados porque perdimos los únicos 100 pesos que teníamos para salir, y me cago en la leche. Dormimos, él se fue al laburo a las 3 y yo seguí de largo. Cuando volvió, no sólo estaba cansado sino que también estaba tristísimo, con el peso del mundo en sus hombros. Además, hace un poco mas de una semana se le rompió la heladera, en principio lo íbamos a resolver pidiéndole a un amigo mio una que ya no usaba. Resultó ser que ya la había vendido, lo cuál me puso muy mal.
Ojalá fuera sólo una heladera, un trámite, una boludez. Marina me dijo "¿Te das cuenta de lo que significa que le pidas la heladera a jorge? estás teniendo un proyecto con él, no es solamente una heladera, estás imaginándote con él de acá para adelante" Amén. Cuestión, el viernes cobré la indemnización, y la verdad que fue mas de lo que esperaba. Este post lo estoy subiendo desde mi flamante notebook, y vamos a comprar una heladera. Mau no está seguro, dice que estuvimos juntos muy poco tiempo (vamos 4 meses y medio, doce días solos). Estábamos en un local de elctrodomésticos, viendo heladeras, cuándo se para atrás mío y me pregunta "¿Vos pensas irte de la casa de tu viejo a la nuestra?" Guau!; el culo se me llenó de preguntas, le contesté "Si" porque es la verdad, porque sé que va a ser así, y todo ese vértigo, esa carrera alocada de mariposas en mi torrente sanguíneo. Marina me lo explicó "Lo que pasa es que nunca te importó nadie, por eso antes te sentías segura, con Mauro las cosas son diferentes porque él sí te importa" Una grossa la pebeta.
Hoy, abrazados en su cama, me dice:
-Vos, ¿Estás segura de lo que vas a hacer?
-Si, nene... igual, hay algo que necesito decirte- aire adentro, aire afuera- me dijiste que cada vez que tomaste un compromiso con tu ex te cogiste una mina- asiente- el punto es que te sentías cada vez más enjaulado, mas atrapado, y necesitabas sentir que tenías el control. La heladera es para los dos, no es para vos solamente, y no quiero que salgas a cogerte una mina por sentirte enjaulado, quiero que seas libre.
-Es muy interesante lo que decís. Ahora no tengo necesidad de cogerme otra mina, estoy bien con vos.
-Lo sé, y por eso mismo te lo digo. Cuando quieras cogerte otra mina, hacelo, pero que sea por gusto, no por sentirte encadenado y necesitar salir de cacería, ¿si?

Así que vamos a darle para adelante, mañana vamos a buscar la heladera, que me chupa un huevo si es no frost o no, lo único que no tiene que congelarse es nuestra relación. Sin asfixias, sin la soga al cuello, entendiéndonos, comunicándonos (y me viene a la cabeza lo que él me dijo "Nosotros somos una de las pocas parejas en el mundo que se basan en la comunicación" si, amor), creciendo constantemente. Hace rato que no le temo al congelamiento sexual, porque sé que mientras estemos bien como pareja las cosas en la cama van a seguir siendo excelentes.
Hoy pasaron muchas cosas más, pero eso es harina de otro post. Ahora, voy a acostarme desnuda en sus brazos, es así como funciona este -nuestro- mundo.

sábado, 12 de marzo de 2011

Aprendizaje


Me enseñaste a mirarte a los ojos mientras te digo mi verdad. A estar orgullosa de quién soy, sin intentar torcer mi esencia. A serte fiel; es lo mismo que ser fiel a mi misma. Me enseñaste a besarte porque sí, porque tu piel es lo mejor del mundo. Me enseñaste a cocinar salsa con casancrem, a innovar en ensaladas, a comprar en el mercado del progreso. A correr como una nena de tu mano, a jugar en la calle. A entender que la confianza es lo único que sirve para sostener el amor. Me enseñaste a tocarte, a sentir tu orgasmo cinco segundos antes que llegue. A tenerte paciencia, esperarte con los ojos cerrados, sabiendo que siempre vas a hacer lo mejor para los dos. Me enseñaste a acercarme a mi viejo, cuando pensé que nunca mas le iba a poder hablar sin putearlo. A conservar mi dignidad cuando el mundo me da la espalda. Me enseñaste que amor y respeto van siempre de la mano.
Me enseñaste muchas cosas más, libros, palabras, música, me acercaste a mi. Todos los días aprendo algo nuevo de vos, todos los días te amo un poco mas. Me mostras tu confianza cuando acaricio tus axilas sin producirte la mas mínima cosquilla, así como podés acariciar libremente la planta de mis pies (sabés que ni siquiera yo puedo hacer eso). Me mostras tu amor en cada palabra, en cada actitud, en cada beso.
Siento que nunca voy a poder darte todo lo que me das. Sé que soy muy difícil, que a veces me matarías (y con razón), así como yo te mataría otras veces. Sé que todo lo que me enseñaste, todo lo que construímos hasta ahora es sólo el principio, y que ambos estamos acostumbrándonos a transitar juntos este bosque oscuro en el que siempre caminamos solos; eso también es un aprendizaje. De a dos, Mau+Agus. Y creo que esta es mi forma de decirte gracias. GRACIAS POR SER, mi amor, pero sobre todo, gracias por compartir conmigo todo eso que sos, por estar, por dejar de lado eso que llamás "vida burguesa" por mi. Gracias por elegirme. Te aseguro que nunca te vas a arrepentir.
El tiempo te lo va a enseñar.

pic: http://caminosdelalma.wordpress.com/2008/06/28/la-manifestacion-las-manos/

viernes, 11 de marzo de 2011

En casa

"Llorás en casa" me dice, y mi puchero desaparece, se convierte en una sonrisa, y hago lo que mejor me sale: fingir que está todo bien. Aún cuando las cosas se salieron mas de control, aún cuando todos corrían sin tener del todo claro por qué o hacia dónde, cuando me estaba derrumbando por dentro, sonreí. Siempre ha sido así. Y sus ojos pardos, como dos caramelos, dándome fuerza. Tenía que saludar y salir de ese puto lugar. La puteada se me hace inevitable; otra vez estoy sin laburo, otra vez tengo el horario de la facu ordenado según el tiempo que marca el trabajo. Otra vez me doy cuenta que ordené mal mi vida, desde los 17. No soy tan vieja para no cambiar, y la verdad es que por momentos siento que me fui a la mierda, que no estoy ni cerca de ser la persona que soñé que iba a ser. Y, ¿Por qué un evento inesperado, un quiebre de lo que tenemos asumido como realidad, siempre conduce a un replanteo de conducta?
Así que salí con la frente bien alta, tomé todo con la misma madurez de dos pesos con cincuenta que siempre rigió ese tipo de momentos (en los que el agua me tapó, en los que supe que no quedaba nada más que hacer), salió mi lado práctico a defender mi dignidad, y como siempre, lo hizo muy bien. Sonrisa tanquilizadora conteniendo a los demás, conteniendo la impotencia, la rabia. Sentada al lado de Mau, le pregunté si podía ir a su casa; un rato antes me había dado las llaves sólo por hoy. Dudó medio segundo, y acá estoy, subiendo este post desde su laptop. Desde que llegué, miré la tele y escribí. No tengo ganas de sumirme en una bola de autocompasión, o autolástima, la diferencia es tan chiquita. Al menos no por ahora, ya voy a tener todo el fin de semana para masacrarme a gusto.
"Te llevas una buena indemnización", me dice mi supervisora. Me hubiera reído en su cara, pero no se lo merecía. La plata es la mayor mentira del hombre, todo el sistema de mentiras, estatus y poder está armado alrededor de eso. Es la mamá d la hipocresía. En todo caso, me llevo lo único que no fui a buscar cuando dejé mi currículum; el amor. Es un exceso de idealismo romántico lo que acabo de escribir, pero no por eso menos cierto. Ya van a ser las siete, en tres horas él sale del trabajo y viene a abrazarme. Voy a dormirme con Babasónicos cantándole a la locura, al sexo, las drogas, y en alguna equivocación, o estrategia de ventas, al amor.
Al menos ahora estoy en casa.

domingo, 6 de marzo de 2011

Last Shot (B side)

No es solamente el último trago lo que me altera. No es sólo la incertidumbre, la espera (aunque ya se vea el final, aunque ya se sepa), el nudo en el estómago, no. Es la conciencia de saber que es la primera vez en mi vida que me estoy brindando entera a alguien, que de verdad se enamoró de mi, con todas mis imperfecciones, mis devaneos y dilemas mentales, las 347 personas que viven en mi cabeza. Es la primera vez que no me concentro en la cacería, en colonizarlo, si no que lo miro, lo veo, y de a poco me encanta todo eso que tiene para dar(me). Hace un par de semanas, Marina me abrazaba, diciéndome “No te pongas así, no rompés todo lo que tocás”, mi crisis de llanto me estaba superando, y eso que nadie sabía que el principio estaba tan cerca.
Me sigue sorprendiendo mi sex appeal, mejor conocido como “levante”. Hoy un compañero del laburo me dijo (en medio de una conversación que nada que ver) “Qué se yo, a vos te rompo toda, pero estás con Mauro, y yo lo respeto al flaco” WTF? ¿Desde cuándo soy propiedad de alguien? El comentario fue demasiado idiota, machista, como para contestar lo que fuera, así que me encogí de hombros. Y de pronto, me choqué de frente con algo de adentro mio, algo que siempre estuvo ahí, delante de todo lo demás, y por eso mismo nunca vi. Hasta el miércoles voy a seguir en el placard, bajo la alfombra, al oscuro. Hasta el miércoles tengo auto-permiso para hacer lo que quiera conmigo, sin medidas. No creo que mis ganas de revoleo pélvico indiscriminado vengan solamente de saberlo con ella. No. De verdad siento que él es mi hombre, que no quiero estar con nadie mas, que no quiero sentir otra piel que no sea la suya. Entonces me dan ganas de salir a coger a todo el que se me cruce, que todos sepan la hembra que soy y que se mueran de ganas de cogerme otra vez y no me tengan, porque soy suya de una forma que nadie nunca va a entender. Sé que no tendría sentido, que no voy a acostarme con otro hombre mientras pienso en Mau, mientras lo comparo con Mau y el boludo de turno pierde. Me doy perfecta cuenta que este es mi último tiro, y tiene que ser certero, pegarle exactamente entre las cejas a todas estas pelotudeces e inseguridades que están ahí simplemente porque Mau me importa. Que entre hoy y el miércoles puedo asesinar a quien me plazca, usar esta última bala en quien quiera, y no quiero. Que es la última vez que planeo disparar; no voy a seguir buscando algo que ya encontré. Llená los shots con tequila (mientras vacío el cargador) y brindemos, mi amor.
Cazaste a esta cazadora.

sábado, 5 de marzo de 2011

Last Shot

Mientras escribo, Mau está con su ex. Mis dedos se deslizan sobre el teclado tal vez como los suyos se estén deslizando sobre el cuerpo de ella, la otra. Fue un pedido de ella; pasar este fin de semana largo juntos, y después no hablarse al menos por dos meses. “Tenés todo mi apoyo” fue lo único que supe decir, y es cierto. Este fin de semana está alistado en el grupo “Cosas que TENGO que hacer”, al menos para mi (aunque no puedo evitar pensar que para él también es así), y es lo mejor.
El jueves pasamos el día juntos, fue perfecto. Toda esa luz que se proyecta desde él hacia mí, desde mi centro hacia él, ese calor y esa ternura, es como nadar en un mar de plenitud. Sé que está pasando por un momento muy difícil, sé que está renunciando a muchas cosas al elegirme, y en realidad no sé cómo explicar lo que siento ahora mismo. No es dolor, no es tristeza… ansiedad, supongo. Estando en su cama, en sus brazos, no pude evitar llorar. No tenía idea de por qué estaba llorando (ni él, fue una tormenta sin anuncios), y Mau supo, como siempre, llevarme hasta la raíz de ese llanto.
-Ya sé que es- escondo la cara en su hombro, él me agarra del mentón y hace que lo mire, tomo aire y empiezo-Prometeme que no te enojás- a veces digo pelotudeces como nadie
-No empieces con eso- me mira- si me enojo, no lo vas a evitar pidiéndome que no lo haga, y de hecho me molesta mas que me lo pidas- me mira, firme (y, ¿por qué sos tan igual a lo que siempre quise?).
-Bueno, lo que pasa es que vas a pasar el fin de semana completo con ella, y ya se que es una pelotudez, pero tengo miedo que eso cambie las cosas- lo lastimé. Sé que le dolió lo que dije, que no tiene sentido, que me ama. A veces los cinco gramos de inseguridad que sobrevivieron a mi adolescencia toman mi castillo por sorpresa.
-Yo me estoy jugando por vos- está enojado –es la segunda vez en mi vida que voy a renunciar a una vida cómoda y burguesa, y lo voy a hacer por vos, porque te amo- me muero. Me muero de amor.
-Mi amor, ya lo sé, lo entiendo, y me parece lo mejor lo que vas a hacer, racionalmente lo sé, y también lo siento acá, en el pecho, pero necesitaba escucharte decirlo-
-Lo sé, linda. Vos sos mi mujer, yo te elegí- nos besamos un poco –Me llama la atención que tengas miedo, nunca fuiste una mina insegura- Lo miro, extrañada, y sonrío. Vamos a tener que hablar de eso, pero no es momento.
-Si, qué se yo… nunca había amado a nadie, ahora me doy cuenta. Supongo que es eso lo que me asusta.- lo abrazo, piel a piel, como es siempre cuando estamos juntos.
-Linda…
Es el último tramo, la última tormenta, el último trago. Por eso mismo es el más difícil. Me siento su mujer, me reconozco en sus brazos, cuando me veo con él en el espejo, cuando camino de su mano. Ahora, mientras escribo, sé que para él está empezando a terminar el dolor, que es un camino largo, que tiene que hacer el duelo para poder dejar su pasado atrás. Sé que el miércoles va a ser el primer día de nuestra vida juntos sin triangulaciones, dos seres enteros, dos puntos, acompañándose. Lo cierto es que me jode que esta felicidad implique el dolor de alguien mas, aunque ese alguien sea lo que siempre supe que no voy a ser jamás y ni siquiera la conozca, aunque por como eran las cosas entre ellos lo mas sano que pudo haber hecho es dejarla. También es cierto que son dos decisiones diferentes, aunque parezcan la misma dada la superposición, y no quiero que las cosas queden confundidas.
Así que acá estoy, esperando llegar a destino, que pase la tormenta, que el barman me muestre la botella vacía.