miércoles, 3 de febrero de 2010

Rompecabezas


"Qué tonto que fui, qué tarde caí
cómo me mentiste,cómo te creí (...)
Me hiciste pensar que me ibas a amar
que me adorarías, y ahora te vas"
Miranda! - Tu juego

Estos días fueron un tanto caóticos, entré en un infierno hace algún tiempo y me está costando salir. Me miro al espejo, y veo la ganancia de todo el esfuerzo que puse para reformarme. Disciplina, sobre todo. Ahora bien, desde que volví de las vacaciones que estrolé lo que quedaba de mi disciplina contra alguna pared, y me volví un autómata (como si me costara tanto automatizarme). Saliendo todo el tiempo, que un cumpleaños, que una reunión, que "hace mucho que no nos vemos"... etc. El viernes pasado me iba a encontrar con un pibe que veo de vez en cuando, y está pasado de bueno, pero al final después de llorar un rato en el consultorio de Julián decidí que no, no puedo ni quiero. Lo de Fran me afectó mucho más de lo que quiero admitir, necesito terminar este duelo antes de saltar a otra relación, y si bien con el pibe este el plan era relacionarnos de una sola manera, no quiero ser juguete de nadie. Estoy cansada.
Lo extraño, claro que si, tengo ganas de ir hasta su casa y cachetearlo y decirle diez mil cosas que tengo atorándome, pero simplemente no lo voy a hacer. No lo voy a llamar, ni a buscar ni nada. Últimamente trato de ni hablarle en el msn, ya que a veces hablamos... y hace un tiempito lo volví a ver. "Até con tripas mi corazón" y lo fui a ver. Cogimos, obvio, qué hacer si no? y estuvo todo tan mal. Todo el tiempo él quería pretender que tenía algún sentido vernos, que me valoraba. Yo sentía asco por él, y por mi. Me juré que nunca mas, y ni siquiera le dije nada de todo lo que quería decirle, sentí que no valía la pena. Para qué enfrentar a un mentiroso? no tiene sentido, no después de todo lo que pasó. Supongo que este va a ser el último post que le dedique, lo que queda de esta procesión va a ir por dentro.
Estoy reuniendo de a poco mis piezas, tratando de encontrar la manera de ver el lado positivo en todo esto, pero no puedo. Me veo en el espejo, claro, y me veo 10 veces mejor que hace un tiempo, y el mérito es todo, todo mio. Los mensajitos de texto con el pibe del cumple del otro día ayudan, obvio, pero ya estoy cansada de tener que reforzar mi autoestima en la mirada del otro. Estoy rodeada de hombres, pero sola. Ninguno de ellos puede tener mis emociones, sólo mi cuerpo. Es en esa soledad que quiero seguir con mi vida, no tengo ganas de volver a engancharme con alguien.
Ahora tengo todas las piezas, o la mayoría, ya es hora de rearmarme y seguir adelante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario