martes, 10 de noviembre de 2009

Los Invisibles

20/10/2009

Era verano, los chicos correteaban por el pasto, el sol brillaba como loco, el calorcito de la mañana era una clara advertencia del bochorno de la tarde. Me había tomado el colectivo temprano, no recuerdo si por la disminución en el servicio de bondis, el dengue o qué, salía media hora antes de casa para llegar a tiempo al laburo. Pasando por cierta plaza que tiene una cierta fuente, vi desde el colectivo a un señor gordo, de unos cuarenta años, metido en la cierta fuente. Estaba en cueros, una remera gastada y rota se secaba en el borde de esa fuente, mientras que el pantalón, también viejo, roto y gastado, se lavaba junto con él. Una botella de detergente hacía las veces de champú anticaspa evitador de caída del cabello, jabón con un cuarto de crema humectante y acción antiage y crema de enjuague con ceramidas.
La poca gente que cruza la plaza a esa hora, paseando la mirada despreocupadamente, cuando se topa con él, lo esquiva, tratando de alejar su mirada y anatomía de él. Los autos siguen su marcha. Un semáforo se pone en rojo, y el chofer le grita a un taxista. Al lado mío, dos chicas hablan de una tercera, despellejándola. El colectivo retoma la marcha, y sólo queda en mi cabeza esa imagen fugaz, de un hombre sufriendo su miseria, volviendo público un acto privado. No tiene otra opción.
El resto del día, pienso. Pienso en ese hombre, que podría ser cualquiera de nosotros, pienso que tal vez tuvo una vida común, que algún evento truncó todo (la crisis del tequila, la del vodka, el corralito, o cualquier otra…) y terminó así. Pienso en las personas que todos los días salen buscando cartón, latas o comida en la basura. En todas las madres que pierden a sus hijos debido al hambre o las enfermedades curables para las cuales los hospitales no tienen suministros. Pienso en todo eso, y recuerdo la vez que le regalé dos bonobones (los había comprado para un pibe) a unos chicos que no llegaban a los 12 años y estaban cartoneando, o cuando le dí un sándwich a medio comer a una nena que repartía tarjetitas en un subte. La carita de alivio, de felicidad que pusieron, como si yo fuera un ángel. Ojalá lo fuera. Ojalá pudiera hacer algo mas que eso por todos ellos.
Cada vez que veo gente trabajando en los trenes, subtes o colectivos es lo mismo. La mayoría de los pasajeros los ignora, como si no estuvieran allí, como si nunca hubieran estado. Otros los miran con asco, o con rencor. Yo no. No puedo evitar sentir piedad por ellos, pensar que podrían estar robando y en lugar de eso eligen trabajar, eligen dignificarse aunque sea un poco. No sirven los planes limosna, las mentiras corporativas, el encubrimiento de las encuestas, las luchas de poder, las mentiras hechas noticia cuando uno mira a los ojos a esos chicos derrotados, que saben que tal vez no haya un mañana para sus hermanos, padres o ellos mismos, chicos que deberían estar felices, con sus padres bañándose en la ducha de su casa.
Gente, como vos y yo, que vive a la intemperie, con frío, lluvia o calor. Gente que no tiene un futuro, que ni siquiera sueña con salir adelante, porque no existe tal opción. Gente que nadie mira, que es discriminada y marginada por sus propios compatriotas. Que representa una amenaza para todos los demás, la amenaza de la decadencia, de lo que podría pasar si no acatamos las normas. Gente que nadie quiere ver, porque nadie quiere convertirse en alguien así, y tal vez en esa evasión la gran mayoría sienta una salvación.
Gente invisible.

Las cinco etapas del duelo

14/10/2009

Primera: Negación

[Ella]
Fue hace cuatro meses más o menos. De pronto, entendí que estaba sola. Estar solo cuando uno elige la soltería está bueno, de hecho, es la idea. Pero estar solo estando en pareja… es simplemente patético. Doloroso. Y ahí estaba yo, negando lo sola que me sentía, negando que ya no lo quería en mi vida, negando.

[Él]
El domingo va a hacer un mes (“casualmente” subí un post el mismo día que lo dejé). No lo pudo creer. Ese día su escepticismo lo llevó a no darse cuenta que no le estaba preguntando nada, que ya no había nada porqué pelear, que ese era el final. Ni siquiera lloró, aunque se acongojó bastante. Tampoco le dí tiempo para llorar, apenas lo abracé automáticamente después de dar por teminada la conversación y le regalé un alfajor. Son esas cosas que una nunca se explica, suenan irónicas, tal vez pensé que ese pedazo de chocolate lo ayudaría. “No te creo. Vos me seguís amando” repetía.

Segunda: Ira

[Ella]
Fue hace poco más de tres meses. Lo odiaba. Si respiraba, si se reía, si quería coger, si no quería. Si dormía, si despertaba. Vivía enojada con él. Adrián, en su infinita sabiduría zen, me preguntó más de una vez porqué seguía con él en ese período. Fue el más desgastante para mí.

[Él]
Diez días después de dejarlo, lo vi. Pasó a buscarme por el trabajo, tenía algunas cosas para devolverme. Mantuvimos una conversación políticamente correcta, dos adultos hablando en tono neutral sobre nimiedades. El clima, la inflación, etc. Me odiaba. Lo podía sentir, y ver en sus ojos. Incluso, en algún momento me dijo “Que linda que estas” con rencor. Un poco después me mandó un mensaje “Me da bronca verte así de linda. Nunca estuviste así de linda cuando estabas conmigo”.

Tercera: Regateo

[Ella]
Lo convencí de que fuera a la psicóloga y le dí un ultimátum. Aunque sea buscá laburo, no hace falta que consigas uno ya, si no ver la intención en vos. Aunque sea besame sin que te lo pida. Aunque sea.

[Él]
El sábado me lo crucé en el msn. Me habló, le hablé. Primero cómo estas, qué hacías, todo bien. Después ¿Cómo te llevás con él? Que te importa. Después me ofreció (o pidió, no entendí) sexo. Aunque sea. El domingo me bombardeó a mensajes “Te deseo. Usame si es eso lo que querés. Te extraño, te quiero.” Etc.

Cuarta: Depresión

[Ella]
Hace un mes y medio. Del trabajo a la compu, evitando pensar. Después duermo hasta mañana y todo empieza de nuevo. Los días son una sucesión sin sentido de caras, calles, nubes, mentiras. ¿En serio tengo que hacerlo? ¿Es tan necesario? ¿No estábamos bien? Todavía retumba la pregunta de Adrián “¿Por qué seguís con él?”. Los fines de semana son puntos de quiebre, comparto más tiempo con él, no lloro tanto, o espero a que se duerma para llorar. Los días en que creí ser feliz con él quedaron muy atrás, a un millón de años. Estoy peor que nunca.

[Él]
Ayer me mandó un mensaje diciéndome lo triste que estaba, lo mal que se sentía. “Siento que estuviste conmigo por lástima, y no sabés lo mal que me siento” Claro que lo sé. Decido no contestarle; supongo que va a permanecer en esta etapa durante algún tiempo. “Decile que lo supere” me dice Naty.

Quinta: Aceptación

[Ella]
El domingo pasado hizo un mes de esto. Llegué a mi casa, agarré una bolsa, puse allí su ropa, lo llamé y le pedí que no me llamara ni me buscara esa semana. Que necesitaba tiempo. El viernes siguiente le dí esa bolsa. Le dije que no lo quería ver mas, ni como amigo. Apenas lo abracé automáticamente después de dar por terminada la conversación, y me fui. Me sentí un poco basura por no estar mal. Pero fue sólo porque ya lo había superado.
Y este duelo fue el camino hacia algo mucho mejor.

Improvisando

08/10/2009

Hoy reunión en mi casa. El regreso de Happy three friends: Naty, Alex y yo. Alex no sabe que viene Naty, porque ella confirmó después y no tengo manera de avisarle. ¿Cómo serán las cosas? ¿Tan descontracturadas como siempre o con una tensión poco soportable en el aire? ¿Compro cerveza o barbitúricos?
Alex se va la semana que viene a vivir a lo de su novio. Naty vive mitad en su casa y mitad en lo de Clara, su chica. ¿Dónde quedaron las noches de locura donde competíamos en las pistas? ¿Dónde los recitales de Catupecu, haciendo pogo a morir y gritando “me quiero enamorar crudo y cocinarme”?
Creo que estamos los tres bien cocidos. Cada uno a su modo. Y la verdad es que no me interesa que sus preferencias vayan por un lugar diferente (o parecido, kuak!) a las mías, los quiero muchísimo y los quiero ver felices. El mayor miedo, en realidad, es que se miren como si fueran aliens… o que me dejen de lado.
Si señores, tengo miedo que me separen por ser hetero, de que hablen en otro idioma y se rían de que no me sé las palabras. ¿Tan pelotuda seré? No creo que la pasemos mal, tal vez mañana me levante con cara de susto por las confesiones y destripamiento de parejas de esta tarde, pero nada más.
Siempre fuimos espontáneos entre nosotros, tal vez de esa espontaneidad surgieron las mejores cosas de esta amistad triangular. Y la espontaneidad es, incluso, el motivo de la reunión de hoy, el motivo del primer beso de Alex y Ruben, Naty y Clara, Fran y yo.
Así vivimos, no? Improvisando.

Animal

05/10/2009

Esta mañana me levanté desubicadamente tarde. Anoche me acosté a la ridícula hora de las 4 de la mañana, ya que me quedé hablando con mi viejo. Cuando finalmente me acosté, tuve un sueño lisa y llanamente bizarro, que no planeo contar; no es el punto de este post. Ya no. Hoy a la mañana venía para el laburo ordenando prolijamente las ideas que habían quedado flotando de la charla de anoche, de la charla vía msn con mi babe y del sueño, que si bien fue cualquiera justamente por eso fue chistoso.
Me bajé del bondi, estaba fumando el primer cigarrillo del día (y único hasta por lo menos las 2 de la tarde, lo que lo convierte en sagrado) y justo cuando empezaba a cruzar una calle, tres o cuatro cuadras de bajarme, tres perros se me vinieron al humo. Mal. Eran casi iguales, dos machos y una hembra (preñada). La hembra fue la que se me vino primero al humo, ladrándome y mostrando los dientes, tal vez para erradicar la competencia.
Les tengo algo muy cercano al pánico a los perros, probablemente porque uno marca salchicha me mordió la mano a los dos años (suceso que no recuerdo, pero que mi inconsciente debe tener más que presente). Primero frené, empecé a retroceder, mientras me iban arrinconando contra una pared, después tire el pucho al carajo, y me saqué la cartera, amenazándolos con eso, aunque sin pegarles ya que me superaban en número. Al grito (desesperado) de “¡CUCHA! CUCHAAAA!!!” y revoleándoles la cartera (kuak?) fui retrocediendo, y fijándome si había alguien alrededor que me pudiera ayudar (a esa hora ni el pato…) hasta que me planté, y les tiré el grito de guerra, que no me sale a menos que esté en pleno shock adrenalínico: “aaaaarrggg!”. Los tres dejaron de ladrar. Me miraron, se miraron entre sí, y se fueron a echar a la misma esquina en que estaban al principio. Todo eso pasó en menos de 15 segundos. Temblando, crucé la otra calle y me fui caminado.
Además de pegarme terrible susto, casi no me había calmado del todo cuando llegué al trabajo con la cara “perlada de sudor” (pero me despabiló a full, ja!) e interrumpieron la cadena de pensamiento que venía siguiendo, cosa que borra de un plumazo todo lo que había pensado hasta ese momento. Pero me hicieron recordar cada vez que me surgió el instinto animal a lo largo de mi vida. Supongo que más veces de las que recuerdo. Después, me di cuenta que tengo muchos comportamientos animales, y que debería tener aún más.
“Sos un animal” es una frase común, que en general hace referencia a una actitud más bien arcaica, o con poco tacto. Para mí siempre estuvo mal usada. Somos animales, mamíferos (aunque algunos mas que otros…) y no estamos, cromosómicamnte hablando, para nada lejos de los monos. El hombre siguió un camino evolutivo diferente, y lo interesante es que a lo largo del tiempo fue desarrollándose la parte abstracta del cerebro, la menos animal. Pasamos de ser el Homo sapiens (el hombre que sabe) a ser el Homo sapiens sapiens (el hombre que sabe que sabe), sacrificando cosas en el camino (el olfato por ejemplo), desde luego. Y a medida que la parte abstracta, humana, se fue analizando a sí misma y fabricando dioses y tecnologías a su propia imagen y semejanza, se empezó, nos empezamos, a olvidar de lo más básico, lo más animal. El equilibrio.
El equilibrio con el medio ambiente (ya lo dijo Mr. Smith en Matrix “Ustedes son el cáncer de este planeta”), que todos los animales, hongos, plantas… en fin, todos los seres vivos “no evolucionados” cuidan naturalmente, regulándose a sí mismos como especie y como individuo (¿instinto?), es como si no existiera para el ser humano, para la especie mas evolucionada de todas, la única capaz de llegar a la luna, de besar, de racionalizar hasta lo irracionalizable, de autodestruirse presionando sólo un botón, cargándose al mundo entero al mismo tiempo. Pero, ¿cómo se puede lograr un equilibrio externo sin antes haber alcanzado el equilibrio interno? ¿Cuál es el equilibrio interno? ¿Cuándo alguien está equilibrado? ¿Cómo separamos los mandatos sociales, los miedos religiosos y no tanto, los prejuicios inculcados, de lo que queremos y de lo que llamaos equilibrio? ¿Es obtener lo que queremos el camino al equilibrio? ¿O ambas cosas se dan en el orden exactamente inverso?
Bueno, creo que ya divagué bastante, lo voy a dejar acá. Por lo pronto quisiera recuperar algunas conductas animales, como proteger a la familia ante todo, y el medio en que se vive, relacionarse con mayor tranquilidad, y trabajar en equipo de manera pareja. No atentar contra la propia especie. No atentar contra uno mismo, no autoflagelarse (de ninguna manera). Hay mucho para aprender de ellos.
Seamos más animales.

Salvar el escollo

18/09/2009

Creo que estoy confundida, o sólo es miedo de asumir las cosas. Si, a esta altura de mi vida. Seré pendeja de edad, pero no de mente... creo (¬¬). Hace un par de días posteé que iba a dejar a "mi gordo". Y sí, lo dejo hoy. No es como el cigarrillo, lo cual sería mucho mas complicado, pero esta fucking lluvia no ayuda mucho tiñiendo todo de una nostalgia chatarra, de reciclaje. Recién lo llame, y me dió lástima... cuánto tiempo hace que me da lástima? cuánto tiempo hace que él lo sabe, y lo usa a su favor? qué es lo que REALMENTE me está llevando a dejarlo?
desinterés?
desilusión?
despecho?
desagrado?
desamor?
degustación?
Creo que si.
Tiene 17 años, y eso viene siendo lo único que evita que lo invite a salir. Todo el tiempo encarándome, todo el tiempo diciéndome cosas lindas... y está tan partible!
Mas allá de que pase, o no, algo con este futbolista, creo que me hizo reaccionar. Me hizo recordar quien era yo antes de ser la novia del adicto a la tecnología.
Y automáticamente me viene a la mente:

"Tiempo atrás,
lo salpicabas todo con tu encanto
te he visto reducir hombres al llanto
y a la fortuna despreciar...

Y como yegua derramaba su esplendor
éramos salvajes, sin frenos para el amor
y en la misma fantasía,
se fundía y se reía de los dos"

Así eran las cosas antes de este novio-escollo.
Y así van a volver a ser.

Selección de Nutrientes...

16/09/2009

Ayer me fui a pesar. Empecé la dieta (autodidacta) hace ya un mes y medio, y voy bajando 9 kilos. Si; que maldita perra! pero no recuerdo el sabor de la crema, aunque lo intente. Como poco, variadísimo, y me hice vegetariana. Este año vino complicado, y eso que todavía no termina, por momentos me pregunté si llegaría viva al 2010. Por ahora voy bien.
Este año, Maru, una de mis mejores amigas, se fue a Europa de viaje, invitada por su novio europeo. Mis otros dos mejores amigos me confesaron su homosexualidad (si:chan, ya hablé de ambos), empecé -finalmente- la dieta, empecé pilates, me mudé a mi propia pieza (gracias pa), y hoy retomo los estudios. "Hay algo que no encaja", pienso. Y si. Cuanto mas crezco, cuanto mejor me siento, cuanto mas me cuido y me quiero, me doy cuenta que menos quiero ver a "mi gordo".
Él estuvo trabajando 2 semanas, hasta que -como siempre- lo echaron. Ese tiempo en que casi no nos veíamos me dió tiempo para hablar conmigo. Él no se cuida ni un poquito, morfa como un desesperado, tanto que subió 10 kilos en este último tiempo; pareciera que los kilos que pierdo yo se los encuentra él. Pero bueno, hacía mucho que no estábamos bien, sólo que ahora es diferente. Ahora entiendo que el problema no es que no soporte sus defectos, o q haya engordado, no es que hayamos perdido la chispa cuando estamos juntos... es que ya no siento lo mismo por él.
Y así como elijo comer sopa de vegetales en vez de una milanga, así como elijo ser un poco egoísta y no dejar que se coman toda la mermelada diet en casa, así como cada vez soy menos tolerante y me cuido mas, así es que ya no quiero estar en una relación que me intoxica, me empalaga y hastía en vez de nutrirme.
Le pedí un tiempo, el viernes lo voy a ver.

Sé que esta sí va a ser la última vez.

Gracias

02/09/2009

Las cosas cambian. Mutan, se mueven y nos alcanzan. Las cosas nos miran, nos esperan, hasta que deciden revelarse. La verdad de cada uno sale a la luz, con el tiempo, a veces mas, otras menos, pero siempre con tiempo. Pasado, presente y futuro están acá, nos acompañan, nos marean y a veces también nos duelen. Dentro de nosotros, la eterna lucha entre lo ético, lo moral, lo socialmente aceptado, el miedo, el deseo, y el yo.
El dolor siempre es el camino que cada uno transita para llegar a su verdad. Dejar de lado la vergüenza, el miedo y salir al mundo con cada verdad es un proceso lento, lleno de dolor, pero igualmente satisfactorio y liberador.

Quiero agradecerte por confiar en mi, y por dejarme acompañarte en este momento, tal vez el mas real y difícil de tu vida.


Sabes cuánto te quiero.

El anterior

12/06/2009

Me busqué en google. Si, tengo tanto trabajo. Entre algunos familiares que hay en facebook y no conozco, yo no estaba (en el face me cargue con otro apellido, inencontrable para mis ex, que son varios). Me encontré en itunes, una pagina de música a la cual subí cuatro temas propios... de Vg, uno de mis ex. La onda con el fue bastante buena, hasta que me di cuenta que era todo muy raro. Ese es el problema de buscarse un chico de transición para olvidar a tu ex; nunca sabés dónde vas a terminar. Cuestión, para internet soy una flaca que subió tres o cuatro temas volados a una página pedorra de gente que tiene una mac y se hacen los músicos. Y lo que es peor, tengo al pibe este como favorito... horror! Le voy a dar la baja. Sep.

Todo tiene un porqué. Cuando me peleé con Mariano, estaba deshecha. Me sentía muy triste, este pibe me había estado revoloteando como buitre mucho tiempo, y le di bola. Tiempo después me di cuenta que en verdad quería seguir con Mariano, y lo dejé. Saldo en contra: me llama cada dos semanas mas o menos para que nos veamos. Adrián (mi mejor amigo), siempre me pregunta qué les hago a los hombres, porqué siempre quedan desbocados, corriendo atrás mio. Pero la verdad es que no tengo idea, ojalá fuera tan astuta!

Con Vg las cosas no funcionaron por varias razones, la principal fue que no lo quería, si no que lo necesitaba para olvidarme de Mariano, el anterior. Mientras tanto, Mariano me pasaba a buscar al laburo, me regalaba flores y bombones, poesías, muñecos, y hasta un cd de mi banda favorita. Me mostró que estaba dispuesto a todo por mi, hizo muchas cosas en ese tiempo, y yo lo amaba. Casi tanto como ahora.

Así que Vg fue como un caramelito, que comi mientras esperaba la llegada del anterior.

Aguante el anonimato!

Una novia para mi papá

15/05/2009

Fue en navidad, la navidad 2006. Mi viejo, separado hace unos 6 años (gracias a Dios) saludó a la tarde y se fue, diciendo que iba a conocer a alguien. Lindo comienzo. Justo Navidad, o sea que si se enganchaba íbamos a perder la navidad en familia, pero el se sentía trasgresor. Y bue.

Y se enganchó nomás. La mina, seis años menor que él, es un aparato, mal. Mas allá de los celos obvios, claro. Tiene 40 años, o está a punto de cumplirlos. Nunca trabajó, vive de alquileres, por lo que el celu de mi viejo suena cada 20 minutos mas o menos. Cuando viene, se la pasa hablando, todo el tiempo, de temas tan interesantes como: “Hoy esaqué el perro a pasear”, “Me quiero comprar un pullover”, “Me gusta Susana Jiménez”, etc. como si no existiera nadie mas allá de su ombligo. No puede evitar largar repetidos “ahhh”, “ajá”, “ah, mira que bien”, “estuvo genial”, y cosas por el estilo cada tres minutos (cronometrado) cada vez que estamos mirando la tele, así como contar el final de alguna película que estemos mirando, y que sólo ella vió, a los cinco minutos de empezada la película. No tiene hijos, así que le da bastante por las bolas que nosotros seamos 4, y vivamos con mi viejo. Es tan inteligente como mis zapatillas (aunque mis zapatillas sirven para algo), nació sin sentido del humor y esta terriblemente traumada porque es adoptada.

LA Pregunta: ¿Qué le vio? Mi viejo, si bien no es Brad Pitt, tiene su facha, siempre hace chistes y es inteligente. El tema es que él tampoco hace nada para que nosotros nos llevemos bien con ella. No sé si ya se enteró que con alguien así ninguno de nosotros se va a llevar bien, o si simplemente no le importa. Espero que sea lo primero, porque de ser lo segundo está perdiendo el tiempo con alguien que no le interesa. Además cuando está con ella se transforma: deja de ser una persona graciosa, esta completamente pendiente de lo que ella quiere, nos caga a pedo si le decimos algo (porque la muy turra le hace un mosquita muerta y se encierra a llorar en la pieza), etc. ¿Por qué alguien saldría con una persona que te exige cambiar para quererte? ¿Acaso el amor no se trata de aceptar al otro tal como es?

Se las dejo picando. Y si alguien sabe de alguna mujer no-idiota que tenga entre 35 y 45 años, que se tome la vida con soda, que tenga algún hijo, sea divorciada y no-traumada, por favor escriban.

Estoy buscando una novia para mi papá.

"Estoy probando"

17/03/2009

El sábado fue el cumpleaños de Marina, mi hermana. 14 años. Con ese motivo, vino uno de mis primos, Alex (aclaro: todos los nombres están cambiados), que es mi favorito desde que lo conozco, con un look bastante metrosexual. Tiene un año menos que yo: 20. Primero la casa llena de críos, después la casa con algunos críos y tías, después nosotros más la novia de mi viejo (a quien ya le dedicaré un post), mi novio (ídem) y Alex. Todos durmiendo menos él y yo. Nos sentamos en el comedor, mate de por medio y empezamos a charlar. Que está saliendo con Barbara, que se ve con Lucre y con Analía, etc. Mi primo siempre fue de bajar mas de una caña a la vez. Todas sus novias, sin excepción, fueron cornudas. Y por mucho.

En todo caso no es eso lo que me trauma; yo era igual con los pibes, hasta que conocí a mi gordo. Hablando de una cosa y de otra, de pronto se nos terminaron los temas de conversación, y nos quedamos callados. Con él nunca tuve un silencio incómodo, pero entonces lo miré y vi reflejado en su cara una especie de bifurcación mental, de indecisión absoluta. Me quedé callada, me molesta que me pregunten qué me pasa, y por eso mismo no lo pregunto. Si le pasa algo, ya lo va a decir, pensé.

- Necesito contarte algo.- empezó- pero me tenes que prometer que no se lo contas a nadie.

Un gran ouch! Invadió mi cabeza. Puedo llegar a ser una tumba con las cosas grosas que me cuenta la gente, de hecho lo soy, pero cuando una frase empieza así, siempre termina mal para mis nervios.

- Estoy yendo a bailar a P..p, un boliche gay.- lo dijo todo junto, como una lección difícil que se le fuera a olvidar. Le costó.

- Ah mirá... y? – le digo, mientras pienso, “¿me habrá querido decir lo que creo que me quiso decir?”

- Y me transe unos pibes. – y pensé “AAAAAAA!”

Aclaro: no soy homofóbica, tengo amigos y amigas gays. Me caen bien, otros mal, como cualquier persona. El problema es que fue de sopetón (como dice mi abuela). Creo que es la primera vez en mi vida que utilizaría la expresión “Me cayó como un balde agua helada”, porque no sólo no era obvio, sino que era lo último que me esperaba.

- Ah... – le digo, pensando en cómo iba a remar mi cara (porque ni con un motor fuera de borda)- ...y... te gustó? – si alguien diera el premio a la pregunta pelotuda del año, me lo hubiera ganado.

- Si, que se yo... -

Lo llené de preguntas, y cada vez que me contestaba, yo pensaba, ¿Para qué corno pregunté?? Era como hablar con Naty, mi mejor amiga, de pibes.

Básicamente me dijo que estaba probando, que en su casa no decía nada, que tiene que definir primero qué quiere. Que es algo temporal, no definitivo, que seguro después lo deja de hacer. Mientras él sea feliz la verdad me importa muy poco si es con Barbara, con Lucre, con Analía o con Gustavo.



Aunque, ya se sabe, eso de probar es complicado... decía lo mismo del cigarrillo, y a esta altura ya lo dejé como cinco veces....

Hola!

Estoy migrando desde otro blog. A cada entrada que suba le voy a poner la fecha original.
Enjoy it!

El Camino
27/02/2009

Quiero salir al camino y caminar. Hoy inauguro esta hoja de ruta, que de a poco va a llenarse de todas las calles y caminos por los que transité, y se va a ir formando con los que transito. Igual yo. De a poco va a tomar color, forma, sabor, olor. El trigo del pelo de mi hermano (mi primer amigo), la forma de mis manos, el sabor de besos, alcohol y una juventud que siento ajena a mi, el perfume de mi casa.

Eso es lo que soy: un collage de situaciones, personas, caras, realidades superpuestas y desordenadas, un salpicón de vidas. Y así camino, buscando la identidad que me pertenece y todavía no encuentro, mientras deposito lo que voy viviendo con suavidad ante tus ojos. Para que lo leas y no te sientas tan sol@, para que lo reconozcas, ya que vive en tu interior. Para sentir que hay alguien allá afuera que intenta conocerme.

Dentro de algunos años, todo esto que hoy forma parte de tu mente, este pedacito de tiempo que estas transitando conmigo, va a desaparecer, y a fundirse en el infinito inconciente colectivo. Va a pasar a no estar en la cabeza de todos simplemente porque estará allí. Como vos, como yo. Como cada cosa que pasa, se analiza, descarta y pasa a ser victima de esa ausencia colectiva. Como ese día que fuiste a trabajar y no pudiste concentrarte en nada, ya que tu cerebro no había ido con vos. Ausencia mental.

Hoy empiezo a compartir mi camino...



Me acompañás?