viernes, 5 de febrero de 2010

Sin razón

Juro que no lo entiendo. Últimamente los hombres me descolocan, me resultan tan fascinantemente contradictorios. Al mismo tiempo me cansa que sean tan histéricas, tan estrellitas… ¿o será que el varón es egocéntrico por naturaleza? Pero me estoy desviando del tema; le voy a poner nombre a mi nueva adquisición: Nico. Nico es el chico de la fiesta del otro sábado, es muy amigo de un compañero de teatro de Adrián. Tiene 31 años, trabaja con activaciones (o soporte técnico, o no se…) en capital, tiene un puesto bastante copado. Vive en Ezpeleta, y es tan divertido.
Nos encontramos el martes. Entre una cosa y otra el encuentro, si bien estuvo bueno, quedó como uno mas, en mi cabeza, eso si: sin formalidad ni máscaras ni mentiras. Cuando estoy con él, el tiempo no se pasa volando, discutimos por momentos (en el buen sentido), y reímos mas que nada. Desde el principio el acuerdo tácito fue que no nos íbamos a enganchar ni nada de eso; cuestión, después de poner en palabras ese acuerdo tácito, él me mira y me dice:
-¿Qué hacés con un viejo como yo? Sos una pendejita.- Y sonríe. Yo me río un poco.
-No digas eso, no sos viejo-
-¿No? – me mira, con cara de no me boludees
-¡No! Además, ¿qué tiene? No importa – estoy a punto de largarle un “total, ni siquiera sé si te voy a volver a ver” o “total, no me quiero casar… y con vos, menos.” Pero él habla primero (y tormenta de chanes)
-Sí que importa, cuando vos tengas 30, yo cuántos voy a tener? – cuenta con los dedos, y la situación se transfigura por unos momentos, se me va de las manos
-39.- le digo
-39, ¿Ves? Voy a ser un viejo choto. Vos tenés que estar con alguien de tu edad.- me río de nuevo, sin querer entender lo que me estaba diciendo… pero ayer pensé en eso, y en otras cosas que pasaron, mi velocidad de reacción mental viene bastante abajo últimamente.
Y cuando me acuerdo de eso ayer, en casa, digo: WTF? O sea, ¿Hacía falta proyectarse hasta dentro de ocho años? Uf! ¿Y él era el que decía que no me enamore? Estamos todos locos!! Por lo pronto, no le volví a mandar mensajitos ni nada.
Juro que no lo entiendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario