miércoles, 26 de enero de 2011
Yo te avisé
viernes, 21 de enero de 2011
Descansá en mi
lunes, 17 de enero de 2011
Te llevo en mi piel
Este post se lo quiero dedicar a mis dos estrellas, Marina y L.
Marina en marzo cumple 16, es hermosa, y siempre se viste con onda. Cuando la ves venir te da medio hueca, pero en cuanto empieza a hablar te la manda a guardar, y cómo! Es dulce, cree en cosas que hace rato dejé de creer, porque, claro, tiene 15 años. Tuvo la fuerza suficiente como para volverse a armar desde sus pedacitos, con mi apoyo, y el de los demás miembros de la familia. Todavía me acuerdo de ella hace dos años. Me odiaba; creía en su mamá. En mi mamá. En agosto del 2009, pasó algo que no voy a escribir acá porque fue demasiado. Entonces, Marina llorando, completamente destruída (tenía apenas 14 años, y la carga, todo el peso de la verdad, la estaba asfixiando), coloradísima, me rogaba "perdoname, Agus, vos sos mi familia, no esa hija de puta, perdoname porque nunca te creí, porque vos fuiste la que siempre estuvo, la que siempre me cuidó..." me acuerdo y se me hace un nudo en la garganta. Yo no tenía nada que perdonarle. La abracé y la besé un rato, hata que de a poco se fue calmando. Agradecí que ese momento finalmente hubiera llegado, y que gracias a la fuerza que mueve el universo, para Marina no era tarde. No iba a ser una enferma como su madre (las dos tienen un carácter parecido en algunas cosas) si no que Marina siempre iba a ser, es, una luz. Una de mis estrellas.
L tiene 14, y es un adulto en cuerpo de nene, o un nene en cuerpo de adulto, depende el momento. Es introvertido completamente, si bien tiene muchos conocidos, y algún que otro amigo, porque es muy carismático y charlatán, pero le cuesta muchísimo atravesar su propia coraza y mostrarse. Cuando lo veo triste, tengo que meterle el dedo en... la llaga durante mucho tiempo, llenarlo de preguntas, pero con cariño, muy de a poco, porque tiende a sentirse invadido con facilidad. Hasta que al final habla, y me mira con sus ojitos de abuelo cansado, de niñez robada, y siento que daría mi vida por mitigar, un poco al menos, su dolor. Es entonces cuando me dice "¿Cómo te diste cuenta que estaba triste?" Mi amor... porque te miro, porque estás acá y tu hermana es bruja, sabe cuando la necesitás. Siempre estoy, boludito. Entonces él sonríe y lo abrazo y le digo cuánto lo quiero, porque me doy cuenta que no se lo digo tantas veces como debería. Tiene una claridad para pensar, es inteligente, demasiado, y también es muy buena persona. Tiene esa belleza que nunca va a vencerse ante el paso del tiempo, porque viene desde su corazón. Es esa luz que me guía. Es mi otra estrella.
En cuanto pueda, voy a subir la foto del tatuaje que me hice el viernes. Es una estrella, con las verdaderas iniciales de ellos, una J de Marina, y una I de L.
Siempre los tuve conmigo, siempre me iluminaron el camino, ahora ademas los llevo en mi piel.
Los amo, cacas!
sábado, 15 de enero de 2011
Tiempo al cuadrado
Bueno, ha pasado el tiempo. 2010 tendió a empeorar; me quedé sin laburo, corté con Mariano (si, ya sé, era una relación estéril), dejé de pagar las cuotas del auto, me peleé con la mitad de mi entorno… las cosas empezaron a acomodarse en agosto, cuando pegué un nuevo laburo, en un call center, de noche. Septiembre y octubre pasaron sin pena ni gloria, acomodándome a la nueva situación. El 11/11 cumplía 4 años con Mariano, mi ex. Le dije a Juli, mi compañera del laburo: “Todas las veces que cortamos fue alrededor de nuestro aniversario, espero que este año no pase nada”. Dicho y hecho. El 13/11 cortamos, y no sólo seguimos separados, sino que cada día estoy mas convencida de la decisión que tomé. Y acá es cuando me vuelvo cruda. Si hay alguien impresionable leyendo esto, entre a la página de Disney channel, ok?
Mariano fui yo obligándome a creer que lo amaba. Fui yo defendiendo lo indefendible, justificando lo injustificable, mintiéndome. Al final, el cara de boludo se garchó a una compañera de laburo, Valeria. Juro que si me la cruzo en la calle la abrazo y la beso. Mientras tanto, me empezó a llamar la atención un compañero de laburo, Mauro. Me llamó la atención porque estaba segura de que me iba a coger bien cogida, en realidad. Y ojalá fuera solo eso.
Ayer hicieron dos meses desde la primer noche.
Hoy estoy zarpadamente triste, y la verdad que este post era para hablar de él, pero no tengo fuerzas para contar todo otra vez. Tengo la cabeza quemada. Voy a poner, si, los mensajitos que nos mandamos hoy:
Él- y por qué nos pasa esto?
Yo- no hay una respuesta no-cursi. Supongo que asi tenia que ser
Él- Estas hablando de predestinacion?
Yo- nunca lo creí. Pero, cómo explicas tantas cosas iguales? No es una banda o un libro, es una esencia. Me atraviesa y me llena, me mantiene viva. Me muestra cuánto puedo sentir. Y lo mejor es que va y vuelve. Nos podemos amar a la vez que por momentos nos odiamos. Chispas. No se a donde va todo esto, pero ya soy, ya me hiciste, mejor persona de lo que era.
Él- Yo también lo siento. Pero para mi hay todavía un precio que pagar. No me puedo hacer el boludo pero sé que todavía tengo que sufrir para ser feliz.
Estoy demasiado adolorida, me duele el cuerpo, el pecho, el agujero que está porque no lo veo hoy. Necesito su piel pegada a la mia, sus besos…
Esta vez se siente tan en carne viva, tan real. Es él, sé que es él porque hace 23 años y medio que lo espero. Y soy yo, él sabe que soy yo porque hace casi 36 que me espera.
Ya le dimos suficiente tiempo al tiempo, no?