miércoles, 16 de diciembre de 2009

Adiós, Felipe, adiós

Siento que voy a terminar de enloquecer, voy a ir hasta el lugar secreto, a agarrarlo y disfrutarlo tanto, tanto… pero no. No puedo, no debo, no quiero. Me acompañó durante mucho, mucho tiempo, pero es hora de que cada uno siga su rumbo. Él en el lugar que yo sé, oculto para todos menos para mi, que siento que en cada segundo me mira, y me llama, que hasta está un poco enojado conmigo por dejarlo. Por mi parte, seguiré con la mochila un poco mas liviana.
Ahora, ¿piensan que es fácil? Todo el tiempo sueño, deseo e imagino el instante exacto en que la llama toca la puntita blanca, y mi boca del otro lado, aspirando… si señores, dejé de fumar. Después de 5 años (oficiales), dejé el pucho. Me estoy volviendo loca, y tengo pánico de volver a subir los kilos que perdí, que ya son 15. Gracias a mi amigo Pico Dulce, y a que la gente que me rodea y también fuma (léase Marina y mi viejo) trata de no fumar delante mio, hace una semana que no pruebo uno de esos malditos clavos de ataúd. Y los extraño tanto.
Guardé el Philip Box que estaba fumando intacto, con la mitad de los cigarrillos adentro, junto con mi encendedor lila con onda, para que (me) quede claro que si no fumo es porque no quiero, no por no tener puchos. La gente no se imagina lo difícil que es dejarlo, por eso te tiran comentarios pelotudos del tipo “fumar hace mal, no seas boluda”, “te vas a agarrar cáncer”, “tenés que dejarlo” etc., etc. Si, porque es re fácil dejar una adicción, imbécil, por eso Miguel Abuelo sigue vivo, Whitney Houston sobria, y Britney Spears vive feliz y contenta con sus hijos… OK, el cigarrillo no es droga, eso es cierto, pero no saben lo que es la angustia total, el desamparo que se siente al pensar que nunca, nunca mas vas a volver a darle una pitada a nada que largue humo. Y paremos porque no estoy tan fuerte y me están dando unas ganas degeneradas de volver con él.
Pero no, Philip, ya terminamos!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario