sábado, 15 de enero de 2011

Tiempo al cuadrado

Bueno, ha pasado el tiempo. 2010 tendió a empeorar; me quedé sin laburo, corté con Mariano (si, ya sé, era una relación estéril), dejé de pagar las cuotas del auto, me peleé con la mitad de mi entorno… las cosas empezaron a acomodarse en agosto, cuando pegué un nuevo laburo, en un call center, de noche. Septiembre y octubre pasaron sin pena ni gloria, acomodándome a la nueva situación. El 11/11 cumplía 4 años con Mariano, mi ex. Le dije a Juli, mi compañera del laburo: “Todas las veces que cortamos fue alrededor de nuestro aniversario, espero que este año no pase nada”. Dicho y hecho. El 13/11 cortamos, y no sólo seguimos separados, sino que cada día estoy mas convencida de la decisión que tomé. Y acá es cuando me vuelvo cruda. Si hay alguien impresionable leyendo esto, entre a la página de Disney channel, ok?

Mariano fui yo obligándome a creer que lo amaba. Fui yo defendiendo lo indefendible, justificando lo injustificable, mintiéndome. Al final, el cara de boludo se garchó a una compañera de laburo, Valeria. Juro que si me la cruzo en la calle la abrazo y la beso. Mientras tanto, me empezó a llamar la atención un compañero de laburo, Mauro. Me llamó la atención porque estaba segura de que me iba a coger bien cogida, en realidad. Y ojalá fuera solo eso.

Ayer hicieron dos meses desde la primer noche.

Hoy estoy zarpadamente triste, y la verdad que este post era para hablar de él, pero no tengo fuerzas para contar todo otra vez. Tengo la cabeza quemada. Voy a poner, si, los mensajitos que nos mandamos hoy:

Él- y por qué nos pasa esto?

Yo- no hay una respuesta no-cursi. Supongo que asi tenia que ser

Él- Estas hablando de predestinacion?

Yo- nunca lo creí. Pero, cómo explicas tantas cosas iguales? No es una banda o un libro, es una esencia. Me atraviesa y me llena, me mantiene viva. Me muestra cuánto puedo sentir. Y lo mejor es que va y vuelve. Nos podemos amar a la vez que por momentos nos odiamos. Chispas. No se a donde va todo esto, pero ya soy, ya me hiciste, mejor persona de lo que era.

Él- Yo también lo siento. Pero para mi hay todavía un precio que pagar. No me puedo hacer el boludo pero sé que todavía tengo que sufrir para ser feliz.

Estoy demasiado adolorida, me duele el cuerpo, el pecho, el agujero que está porque no lo veo hoy. Necesito su piel pegada a la mia, sus besos…

Esta vez se siente tan en carne viva, tan real. Es él, sé que es él porque hace 23 años y medio que lo espero. Y soy yo, él sabe que soy yo porque hace casi 36 que me espera.

Ya le dimos suficiente tiempo al tiempo, no?

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