sábado, 13 de agosto de 2011

La ventana

"Paguemos algo que todavía no rompimos
para que luego no nos vengan a frenar
y terminemos con el barco destrozado
y con los restos del naufragio
zozobrando por el mar"
Babasónicos - Tormento

Encerrarme. Eso necesito. Irme lejos, lejos, al lugar donde nadie llegaba, muy adentro mío. Y ahí, en ese recoveco, esa pieza de abajo de la escalera, enciendo la lamparita y veo fotos gigantes de Mau por todos lados. Quiero correr, gritar, escaparme, sentir euforia, dejar el ataque de pánico atrás. Ver todo por la ventanita chiquita que le puse, ver todo y que nadie me vea, esa sensación de ser un ojo, el ojo de Sauron, o lo que sea. Poner las cosas en perspectiva... y está él adentro, en todos lados. No es que quiera escaparme, ni alejarme, no. Simplemente necesito ver las cosas desde otro lado.
Él me ama sinceramente, y cuando digo sinceramente, me refiero a que me conoce tal como soy, y me ama, no quiere cambiarme. Y yo a él. De a poco, vamos conociéndonos... y me pregunto, será que siento que no estoy a la altura? que no lo merezco? será que tanto que pasó entre nosotros me hizo endurecerme? qué? Embebida en él, y en mi, no puedo pensar, separar qué es lo que realmente hay acá adentro, afuera del adentro más profundo. Me doy cuenta que por la ventana entra luz, y apago la lamparita. Entonces me llega esa fragancia suave, agridulce, que escapa de sus poros, la textura de sus besos, la profundidad en sus palabras. Me doy cuenta que estoy a la altura, que merezco ser quien soy en su vida, que puede ser que me haya endurecido, pero no para él. Que quiero seguir adelante.
Voy a asomarme a esa ventana... del otro lado estoy yo.  

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