domingo, 6 de marzo de 2011

Last Shot (B side)

No es solamente el último trago lo que me altera. No es sólo la incertidumbre, la espera (aunque ya se vea el final, aunque ya se sepa), el nudo en el estómago, no. Es la conciencia de saber que es la primera vez en mi vida que me estoy brindando entera a alguien, que de verdad se enamoró de mi, con todas mis imperfecciones, mis devaneos y dilemas mentales, las 347 personas que viven en mi cabeza. Es la primera vez que no me concentro en la cacería, en colonizarlo, si no que lo miro, lo veo, y de a poco me encanta todo eso que tiene para dar(me). Hace un par de semanas, Marina me abrazaba, diciéndome “No te pongas así, no rompés todo lo que tocás”, mi crisis de llanto me estaba superando, y eso que nadie sabía que el principio estaba tan cerca.
Me sigue sorprendiendo mi sex appeal, mejor conocido como “levante”. Hoy un compañero del laburo me dijo (en medio de una conversación que nada que ver) “Qué se yo, a vos te rompo toda, pero estás con Mauro, y yo lo respeto al flaco” WTF? ¿Desde cuándo soy propiedad de alguien? El comentario fue demasiado idiota, machista, como para contestar lo que fuera, así que me encogí de hombros. Y de pronto, me choqué de frente con algo de adentro mio, algo que siempre estuvo ahí, delante de todo lo demás, y por eso mismo nunca vi. Hasta el miércoles voy a seguir en el placard, bajo la alfombra, al oscuro. Hasta el miércoles tengo auto-permiso para hacer lo que quiera conmigo, sin medidas. No creo que mis ganas de revoleo pélvico indiscriminado vengan solamente de saberlo con ella. No. De verdad siento que él es mi hombre, que no quiero estar con nadie mas, que no quiero sentir otra piel que no sea la suya. Entonces me dan ganas de salir a coger a todo el que se me cruce, que todos sepan la hembra que soy y que se mueran de ganas de cogerme otra vez y no me tengan, porque soy suya de una forma que nadie nunca va a entender. Sé que no tendría sentido, que no voy a acostarme con otro hombre mientras pienso en Mau, mientras lo comparo con Mau y el boludo de turno pierde. Me doy perfecta cuenta que este es mi último tiro, y tiene que ser certero, pegarle exactamente entre las cejas a todas estas pelotudeces e inseguridades que están ahí simplemente porque Mau me importa. Que entre hoy y el miércoles puedo asesinar a quien me plazca, usar esta última bala en quien quiera, y no quiero. Que es la última vez que planeo disparar; no voy a seguir buscando algo que ya encontré. Llená los shots con tequila (mientras vacío el cargador) y brindemos, mi amor.
Cazaste a esta cazadora.

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