-Esa es una visión muy triste de la vida. Es partir de la base que no le importás a nadie-
-No. Si vos hacés cosas esperando que te las retribuyan, estás perdida, piba. Vas a vivir decepcionándote- sonreí. Decidí dejar el tema, en ese momento yo tenía la firme convicción de que la vida es un feedback permanente, él de que nadie te va a retribuir nada.
Pasaron... ¿cinco años? ¿seis? desde entonces, y a medida que me fueron pasando cosas empecé a entender el significado de sus palabras. Oscuras, pesimistas, haciendo auto-apología del egoísmo, pero ciertas. De a poco la mayoría de las personas me fueron decepcionando, de a poco me fui quedando sola por elección, por no querer seguir rodeada de gente falsa.
Esta semana recibí un golpe que no esperaba, y la verdad me está costando aceptarlo. Vino Porta (un rapero español que no tolero) a tocar al Luna Park. Es el favorito de Marina y L. La semana anterior había tocado Babasónicos y no los fui a ver por el precio. Cuestión, gasté una moneda en comprarles las dos entradas a los chicos, y ella se puso re feliz de que iba a ir. El sábado Marina me dice, después de presionarla un poco: "No voy a ir porque Porta se re vendió, van a ir todos mis compañeros del colegio así que yo no voy". Y para rematar, L me dice "Bueno, igual ella no te pidió que le compres las entradas" Claro. Si, la que estuvo mal fui yo, que siempre hago cosas que nadie me pide que haga. Como me avisó un día antes, no tuve tiempo de revenderlas. O sea, no es Marilin Manson, es Porta, que no se conoce ni él. Estoy demasiado caliente como para seguir escribiendo.
Vamos a ver si cuando me pidan cosas tengo ganas de hacerlas o no.
No hay comentarios:
Publicar un comentario