martes, 10 de noviembre de 2009

"Estoy probando"

17/03/2009

El sábado fue el cumpleaños de Marina, mi hermana. 14 años. Con ese motivo, vino uno de mis primos, Alex (aclaro: todos los nombres están cambiados), que es mi favorito desde que lo conozco, con un look bastante metrosexual. Tiene un año menos que yo: 20. Primero la casa llena de críos, después la casa con algunos críos y tías, después nosotros más la novia de mi viejo (a quien ya le dedicaré un post), mi novio (ídem) y Alex. Todos durmiendo menos él y yo. Nos sentamos en el comedor, mate de por medio y empezamos a charlar. Que está saliendo con Barbara, que se ve con Lucre y con Analía, etc. Mi primo siempre fue de bajar mas de una caña a la vez. Todas sus novias, sin excepción, fueron cornudas. Y por mucho.

En todo caso no es eso lo que me trauma; yo era igual con los pibes, hasta que conocí a mi gordo. Hablando de una cosa y de otra, de pronto se nos terminaron los temas de conversación, y nos quedamos callados. Con él nunca tuve un silencio incómodo, pero entonces lo miré y vi reflejado en su cara una especie de bifurcación mental, de indecisión absoluta. Me quedé callada, me molesta que me pregunten qué me pasa, y por eso mismo no lo pregunto. Si le pasa algo, ya lo va a decir, pensé.

- Necesito contarte algo.- empezó- pero me tenes que prometer que no se lo contas a nadie.

Un gran ouch! Invadió mi cabeza. Puedo llegar a ser una tumba con las cosas grosas que me cuenta la gente, de hecho lo soy, pero cuando una frase empieza así, siempre termina mal para mis nervios.

- Estoy yendo a bailar a P..p, un boliche gay.- lo dijo todo junto, como una lección difícil que se le fuera a olvidar. Le costó.

- Ah mirá... y? – le digo, mientras pienso, “¿me habrá querido decir lo que creo que me quiso decir?”

- Y me transe unos pibes. – y pensé “AAAAAAA!”

Aclaro: no soy homofóbica, tengo amigos y amigas gays. Me caen bien, otros mal, como cualquier persona. El problema es que fue de sopetón (como dice mi abuela). Creo que es la primera vez en mi vida que utilizaría la expresión “Me cayó como un balde agua helada”, porque no sólo no era obvio, sino que era lo último que me esperaba.

- Ah... – le digo, pensando en cómo iba a remar mi cara (porque ni con un motor fuera de borda)- ...y... te gustó? – si alguien diera el premio a la pregunta pelotuda del año, me lo hubiera ganado.

- Si, que se yo... -

Lo llené de preguntas, y cada vez que me contestaba, yo pensaba, ¿Para qué corno pregunté?? Era como hablar con Naty, mi mejor amiga, de pibes.

Básicamente me dijo que estaba probando, que en su casa no decía nada, que tiene que definir primero qué quiere. Que es algo temporal, no definitivo, que seguro después lo deja de hacer. Mientras él sea feliz la verdad me importa muy poco si es con Barbara, con Lucre, con Analía o con Gustavo.



Aunque, ya se sabe, eso de probar es complicado... decía lo mismo del cigarrillo, y a esta altura ya lo dejé como cinco veces....

No hay comentarios:

Publicar un comentario