miércoles, 27 de julio de 2011

Vuelta a casa III (encuentro fortuito)

Domingo. Mau me despierta a fuerza de besos y mimos. Me desconcierto un poco, ya había perdido la costumbre de recibirlo de esa manera. Apenas son las diez, y las imágenes de la noche anterior vuelven a mi cabeza. En serio pasó. En serio me abrí tanto con él que Johana habló pudo contarle su percepción de mi, de él y de nosotros. Me siento más liviana, pero todavía reticente. Vamos al chino a comprar el almuerzo, y a la vuelta pongo las hamburguesas en el horno mientras él se baña. Ni una señal de lo que iba a pasar después. Una vez, hace tiempo, escuchando una canción, Eminem me tiró la frase "Tal vez esto es lo que pasa cuando un tornado se encuentra con un volcán". Cuando se la mencioné a Mau, él me dijo "Me aparece la imagen de un balde de mierda adelante de un ventilador" mucho menos poético pero más gráfico. Y ese encuentro nunca se había dado así de crudo, siempre nos habíamos manejado dentro de los parámetros de "gente normal" (asco). Hasta el domingo.
Estamos comiendo, y Johana se dispara apenas, no recuerdo porqué, pero la atajo de toque y entonces... aparece Lito. Lito es el equivalente de Johana, el resentido, el crítico que todos tenemos adentro. La noche anterior, Mau había propuesto ese nombre para su crítico, y la cosa quedó ahí. Pero ahora lo tengo adelante mío, y sé que sus parámetros son otros, que es la primera vez en 36 años que ve la luz, y que yo no tengo la capacidad destructiva suficiente para hablarle. Entonces le pregunto si quiere hablar conmigo o con alguien de su tamaño. Él sonríe, siniestro.
Y pasó lo que tenía que pasar. Todo eso que reprimió su vida entera, esa maldad o sentido de libertad, o como-se-llame, sale, y se encuentra con Johana, que ya es nena grande, me supera en inteligencia y no tiene un solo pelo en la lengua. Y empezó a hablar, a sacar toda esa mierda acumulada. Primera base: su ex-novia. Mamita! Las cosas que me dijo, y Johana gozando escuchar eso, y finalmente poder decirle una parte de lo que pensamos de ella, fue muy liberador para los dos. Para él, porque verdaderamente tenía muy reprimida esa parte de sí mismo, probablemente sus pensamientos negativos hacia ella hayan sido bloqueados, o justificados con un "pero es buena mina, y me quiere". Lito no. Lito sabe que ella lo usó tanto o mas que él a ella, que Mau se prostituyó a sabiendas de ambos, cada pareja tiene su economía emocional, y ella lo llenaba con cosas porque nunca estuvo a la altura. Y me dijo "Mauro tiene demasiados escrúpulos, y le da culpa y se pone en pelotudo" Segunda base: Mau. Pudo hablar de sí mismo, y Johana cargó con todo y le pegaron no tan a gusto como hubiera querido ella, pero supongo que fue porque la primer aparición de Lito era algo demasiado importante como para asustarlo. Todavía es una jirafa recién nacida, torpe, aprendiendo a caminar. Tercera base: yo. A Lito le molesta que yo sea tan cursi, y a Johana también. Hablaron algunas cosas mas, profundizando en cada tema, pero el eje fue ese. Johana me tiró un alerta porque Lito carga mucho contra la sociedad, supongo que tiene que ver con que Mau lo reprimió totalmente en pos de su matrimonio, y, ¿qué es el matrimonio sino el capitalismo aplicado a la pareja? el sistema en tu living, los mandatos sociales, el orden, encajar. Lito es obviamente anarquista, o por lo menos zurdo. Pero se iba mucho por ese lado cuando Johana lo pinchaba con cosas grosas, cuando le tocaba admitir que había sido un cobarde... porque Lito es consciente de sí mismo y que le tine que pedir permiso a Mau, porque solamente es un inquilino, pero también se siente traicionado. También sabe que no tuvo la fuerza para imponerse, empujarlo, salir adelante.
Después de una hora y media, Mau me dijo que no estaba acostumbrado, pidió volver. Le dije que por mi estaba bien, y se puso a llorar. Gordito hermoso, yo sé que tiene mucha angustia contenida. Mucha bronca también. Así que vamos a empezar a sacarla. Por lo pronto, ayer volvieron a hablar y se están entendiendo demasiado bien. De todas formas, ayer hubo otra aparición sorpresiva, mucho mas perturbadora que Lito, pero eso va en la próxima entrega. Y así estamos, redescubriéndonos a nosotros mismos mediante el conocimiento del otro.
Al fin estamos en casa.

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